En Guayaquil existe el cerro Santa Ana que se levanta imponente sobre toda la ciudad, donde ahora podemos observar casitas de muchos colores y donde reposa las escalinatas "LAS PEÑAS"
Cuenta la leyenda que existió un rey Inca que poseía muchas riquezas, un hogar de oro macizo que brillaba con la intensidad del sol, mucho poder. Se jactaba de todo esto y además de su hermosa hija pues todo el imperio la pretendía y la admiraban por su dulzura y belleza.